Por fin sacamos el motor.
Analizando todos los hechos, los únicos culpables hemos sido nosotros por no realizar un mantenimiento periódico de los materiales.
Hubo una fuga en la tubería que provocó que se crease una capa de cal que llegó a obstruir el conducto interior del pozo.
El problema surge cuando al sacar el motor, este fue arrastrando los restos de sedimentos que arrancaba de la pared hasta llegar a ocho metros de profundidad donde el grosor de la cal era tan grande que era imposible que el motor cupiese por el diámetro que había quedado en la tubería.
Todo esto lo definimos al realizar una serie de comprobaciones que se relatarán a continuación.
Al principio comenzamos a sacar el motor, usando mas fuerza que lógica y sentido común, para ello construimos un polipastos que tras un primer tirón, comenzó a subir, a base de muchos caballos de fuerza, incluso cedieron algunos de los mosquetones que usamos.
Pero el gran problema se presentó en los últimos 10 metros, cuando el motor se engancha de forma inmediata y no hay manera de que avance.
Con ayuda de más caballos de fuerza, seguimos tirando, y la primera consecuencia es que se partió la pieza que une la tubería de polietileno al cuerpo del motor.
Seguimos tirando del cable de acero de 6 mm. Y aunque parezca imposible, este se rompió. Así que podemos hacernos una idea de la consistencia con la que el motor se había quedado atascado en el pozo.
En este momento me planteo que cualquier acción a tomar parte por ver el interior del pozo, ya que sin verlo no se ni lo que hay ni que decisión tomar.
En este momento analizó todas las opciones, que van desde abrir un boquete por el exterior hasta llegar al pozo, o desechar este pozo y hacer uno nuevo al lado. Estas dos opciones son o 4000€ o 1000€ así que las dejaremos como últimas opciones.
Ya al sacar los primeros metros me llamó mucho la atención unas láminas al parecer calcáreas o incluso de resina, ya que también había presencia de raíces en el interior.
Se me ocurrió coger una web cam y conectarla a un ordenador e introducirla en el interior con ayuda de unos tubos de dos metros de PVC, que prepare con favores machos y hembras, a fin de poder crear una lanza de 10 metros.
Le coloqué la cámara en el extremo junto a una linterna, y como un cirujano haciendo una laparoscopia pude empezar a ver el interior.
Hasta los cinco metros había muchas raíces, que acababan en un tapón considerable.
Así que con un alambre de los que se usan pasa desatascar tuberías de wc empecé a girarlo hasta conseguí que el tapón de raíces se enrrollasen y poder extraerlo.
Pero aparece un tapón formado por restos de láminas de cal, entonces conecté la lanza de PVC al aspirador de casa, y pude extraer la mayoría de láminas. Pero el tapón seguía.
Así que decido usar medios químicos. Compré Viacal y ácido clorhídrico y realice unas pruebas a ver que resultado daba y el ácido era lo que realmente destruía totalmente hasta llegar a su desintegración.
Entonces le echaré concretamente 6 litros de ácido, y volví a comprobar con la cámara el resultado. En este momento, yo pensaba que el motor se encontraba a 5 metros de profundidad, pero al ver el interior con la cámara, pude comprobar que estaba equivocado, el motor estaba más abajo.
La linterna de la cámara se quedó sin pilas, y para más problema, la cámara se mojó y dejo de funcionar.
Así que otra vez de vuelta a casa a buscar alternativas, ya son 4 veces las que he ido y aún no hay resultados positivos.
Compro otra cámara, al fin y al cabo, son sólo diez euros y es el único medio de ver el interior, vuelvo a ir con la intención de ver ese segundo tapón que tanto problema me está ocasionando.
Viendo que el ácido es la opción más efectiva, decido atacar pero esta vez con muchos más litros, ya que comprobado la profundidad, veo que hay unos 40 o 50 cm de residuos sobre el moto. Compro 20 litros de ácido y comenzamos a echarlos por las paredes con la idea de que resbale por las paredes y despegue la cal que cubre el interior del tubo y los alrededores del motor, que presuntamente están bloqueados por la cal.
Tras echar los 20 litros poco a poco, y ver cómo actúa, hirviendo el interior y emanando una nube de gases fruto de la reacción química, introducimos la cámara y sorprendentemente la cal ha desaparecido, viéndose claramente la cabeza del motor, como está enganchada una sonda en un lateral, y vemos que los cables de alimentación y los de las sondas están aparentemente entre el motor y las paredes, haciendo estos de freno.
Trato de enganchar el motor con unos anzuelos y una cuerda, con la idea de darle un nuevo punto de sujeción ya que cabe la posibilidad de que los cables no sean suficiente para sujetar el motor y evitar que este se caiga. Tras varios intentos fallidos, volvemos a introducir la cámara y analizar lo que vemos.
Observó lo limpio que está la zona, sin duda el ácido clorhídrico ha hecho su trabajo y me pregunto si habrá liberado el motor, así que cojo los cables de alimentación y los de la sonda y empiezo a tirar de ellos. No tuve que hacer mucha fuerza, un pequeño tirón y se liberó la primera coca del cable, noto como el cable pierde tensión y entiendo que si tiro otra vez, ahora si liberaré el motor y estará sujeto sólo por los cables, me surge una pequeña duda porque puede que estos se rompan y caigan el motor.... de pronto en mi mente resonó una voz que dijo "ahora o nunca" y tiré.
Note como el motor subía y los cables avanzaban, grité "ya viene para fuera" y comencé a recoger cables con cerelidad, con un nerviosismo extra, consciente de que si se partían estos cables, el motor lo perderíamos.
Tanto mi hijo, mi hermano y mi hermana, que me acompañaban en esta ocasión, reaccionamos subiendo cables, del motor y de la cámara.
Lo más simpático es que los cuatro tuvimos una sensación liberadora y de emoción al ver salir el motor.
Una vez conseguido el reto, me sentía como uno que asiste un parto. Pero un parto con complicaciones.
